La suciedad en las palas del compresor de la turbina se produce cuando pequeñas partículas se adhieren a su superficie. Con el tiempo, las partículas se acumulan en las palas, lo que altera su perfil aerodinámico y aumenta la resistencia al aire debido al aumento de la rugosidad, lo que provoca una disminución del rendimiento y un mayor consumo de combustible. Cuando se realiza un lavado con agua fuera de línea para limpiar las palas del compresor, analizamos los contaminantes presentes en el agua residual. La presencia de sal o de niveles de iones puede indicar que se necesita una filtración de mayor eficacia para evitar la corrosión. El microscopio electrónico de barrido (SEM) es otra forma de identificar los contaminantes que ensucian las palas del compresor, realizando un análisis detallado de los depósitos acumulados en ellas.
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