Las turbinas de gas deben protegerse contra las condiciones climatológicas adversas y contra las temperaturas excesivas. También es necesario proteger el entorno del alto nivel de ruido que esta genera.
Esto se consigue de manera más eficiente al encerrar la maquinaria para poder ajustar las aberturas de admisión y extracción de aire con silenciadores efectivos. Con un alojamiento también puede obtener una fuerte protección contra incendios, así como contra condiciones climáticas variables.