Los captadores de polvo y humos Gold Series pueden equiparse opcionalmente con un filtro HEPA de segunda etapa. Este filtro secundario impide que el polvo recogido vuelva a entrar en el espacio de trabajo si se produce una fuga en los filtros primarios. El filtro HEPA ISMF se supervisa para detectar cambios en la presión diferencial y el controlador puede programarse para que emita una señal de alarma o apague el captador de polvo, en caso necesario.
Casi todas las aplicaciones industriales de fabricación, procesamiento o envasado generan polvo como efecto secundario. Muchos de estos polvos son tanto combustibles como explosivos, y eliminarlos del lugar de trabajo puede reducir significativamente el riesgo de accidentes graves. Se calcula que cada año se producen unas 2.000 explosiones de polvo en Europa.
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